Seguidores

martes, 29 de noviembre de 2011

Ad utraque parte

Llegamos a casa, con alcohol en las venas, que encendía pasión, me empujaste contra la pared con fuerza, desnudándome con rapidez mientras de comías con los ojos. Me pediste que me tumbase sobre la cama, cosa que hice al momento, esperando cual sería tu próximo movimiento, te lanzaste sobre mí con hambre, y hundiste tu cara entre mis piernas, saboreándome, y comiendome con ansía, hasta q desesperé por tener tu polla dentro, y te supliqué que me follases.
Exigiste que me pusiese sobre ti, y comencé a follarte, sintiéndote muy dentro, hasta que noté que estabas casi al limite, me retiré, y metí tu polla en mi boca, comiéndotela con ganas, disfrutando de tu polla palpitando contra mi lengua, y saboreando todo lo cachondo que te ponía, rápidamente, me retiraste, y te colocaste sobre mi, embistiendome hasta llegar al orgasmo.

Después de unos momentos contigo encima, me fui un momento a por agua, casi estábamos deshidratados, y al volver, me esperabas de nuevo empalmado, me tumbaste (¿Quieres más?), comenzaste a tocarme, tus manos buscaban y encontraban, me hacías estremecer, y termine corriéndome en tus manos,para pasar a que tu lengua se hundiese de nuevo entre mis piernas, comiéndotelo de tal forma, que en poco tiempo volví a correrme, mientras habías empezado a tocarte tu, y empezaste a mostrarme como te tocabas para mi, hasta que me volteaste y me colocaste a cuatro patas, para meterme tu polla de golpe, agarrándome fuerte por las caderas, clavandome tus dedos, empujándome fuerte, empecé a gemir cuando llegaba al orgasmo, y casi gritar, hundiste mi cabeza en la almohada mientras me corría, y clavabas tus uñas en mi espalda provocando que el orgasmo fuese más intenso. Cuando paré de gritar, me colocaste sobre ti, y me pediste que te follase salvajemente, empecé a cabalgarte muy fuerte, botaba sobre ti, con tus manos introducías tus dedos en mi coño, y después los llevabas a tu boca,agarrándome para que lo hiciese más fuerte, comencé a bajar el ritmo, hasta que suplicaste que te la comiese de nuevo, restregabas tu polla por mi cara, y mis tetas, y volví a ponerme sobre ti, para follarte fuerte de nuevo, parando cada vez que estabas a punto de correrte, gimiendo al son de tus gemidos, poniéndonos aun más cachondos al escucharnos.

Paré y me fui a comértela de nuevo, muy rápido, con tu polla hasta mi garganta, jugando con la lengua, tu no parabas de gemir, de repetir en palabras ahogadas lo mucho que te gustaba, y yo me empeñaba en buscar tu corrida, en saborearla, terminaste derramandote a lo bestia en mi boca, y no pude evitar una sonrisa al escuchar tus gritos de placer poniéndome cachonda a su vez , y verte derrumbado en la cama, tras el agotamiento.




** Texto a petición de

0 comentarios:

Publicar un comentario